Aceite de Lavanda (Lavandula angustifolia): Aparte de su agradable aroma, tiene propiedades antifúngicas y calmantes que pueden ayudar a reducir la inflamación y el enrojecimiento.
Ácido Salicílico: Ayuda a exfoliar las capas superiores de la uña infectada, permitiendo que otros ingredientes antifúngicos penetren más profundamente.
Aceite de Eucalipto (Eucalyptus globulus): Tiene propiedades antimicrobianas y antifúngicas, además de proporcionar una sensación refrescante.
Vitamina E: Ayuda a reparar y fortalecer la piel y las uñas, mejorando la apariencia y acelerando la recuperación.
Aceite de Árbol de Té (Melaleuca alternifolia): Conocido por sus potentes propiedades antifúngicas y antibacterianas, ayuda a combatir los hongos y previene infecciones secundarias.
Aceite de Orégano (Origanum vulgare): Contiene carvacrol y timol, compuestos que poseen fuertes propiedades antifúngicas y antibacterianas.